Cada momento es especial: desde la compra del primer par de calcetines pequeñitos (¡de toda la vida!) hasta la elección de la cuna en la que el pequeño se convertirá en no tan pequeño dentro de muy poco. Cada elección que se hace como futuro padre se toma con sumo cuidado, con el objetivo de tomar la mejor decisión posible para la comodidad y el bienestar del bebé. Todo empieza por una habitación infantil libre de tóxicos.
El crecimiento, la exploración y el autodescubrimiento tienen lugar en la guardería. Crear un entorno libre de tóxicos para nuestro bebé es vital para su desarrollo. Los materiales y los textiles desempeñan un papel fundamental en los primeros encuentros del bebé con el entorno doméstico. Por eso es crucial asegurarse de que la habitación de nuestro recién nacido carece de materiales que emitan compuestos orgánicos volátiles (COV).
Deshacerse de los compuestos orgánicos volátiles
Son compuestos emitidos en forma de gas por determinados sólidos o líquidos y pueden perjudicar nuestra salud. Los síntomas de la exposición a COV pueden ir desde dolores de cabeza hasta náuseas y reacciones alérgicas cutáneas. Los COV se encuentran en diversas pinturas murales, materiales de construcción, aislamientos, productos químicos textiles y plásticos, materiales de limpieza, etc.
Los materiales con cero COV pueden ser maderas y metales sin acabado. Sin embargo, si el producto tiene un acabado, asegúrese de buscar la sustancia utilizada para ese fin, como soluciones a base de agua, pintura de leche o pigmentos naturales a base de aceite.
La solución del algodón
Aunque intentar crear un cuarto infantil completamente libre de tóxicos puede ser una tarea difícil hoy en día, reducirlos al mínimo es un objetivo que podemos alcanzar con la ayuda de materiales naturales como el algodón orgánico.
Los recién nacidos duermen alrededor del 75% por ciento del tiempo, por lo que el tejido de su ropa de cama debe ser una prioridad a la hora de encontrar una solución sin COV para la habitación del bebé. Algodón orgánico es un material extremadamente transpirable que mantiene alejado el sudor, por lo que es perfectamente adecuado para recién nacidos y personas con sensibilidad cutánea. Por otra parte, con sus características hipoalergénicas naturales, los productos de algodón orgánico contribuyen a un entorno infantil libre de tóxicos.
Elegir un producto ecológico colchón de algodónpor ejemplo, hace que no sólo el vivero esté más a salvo de las toxinas, sino también el planeta. El material es sostenible desde el punto de vista medioambiental, duradero y biodegradable, y no causa daños al suelo, ya que no necesita pesticidas ni productos químicos para crecer y su riego puede depender totalmente de la lluvia.
Desde el beso de buenas noches de nuestra madre hasta las fiestas de pijamas de los amigos, la habitación del bebé es el espacio donde reinan el confort y la seguridad. Pero antes de que aparezcan en ella pósters de famosos, cortinas oscuras y toda una batería, como padre, aún tienes la voz de la razón durante al menos otros 10 o 12 años. Por lo tanto, que no cunda el pánico: ¡el algodón orgánico te cubre las espaldas! Y nosotros también.
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